Entre tus líneas.


Hubiera andando sin equilibro entre mi cordura,
comprado un billete
y recorrido kilómetros.
Me hubiera entregado al infierno
y al humo de tu cigarro 
por verte de nuevo esa noche. 

Hubiera incumplido mandamientos
para cumplir sueños
que se repiten una
y otra 
y otra vez.

Hubiera apostado que entre tus líneas y las mías 
había algo escrito. 
Hubiera vendido mis ganas a tus manos
por el módico precio de besar tu boca.

Que jodido es que tu nombre lleve escrito mi insomnio
y que yo solo pueda escribir conjugando en pluscuamperfecto
ante un futuro que nunca ocurrirá. 

Porque hubiera o hubiese, 
pero al final, 
no.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Noviembre.

Aquiescencia.

Apatía indiscriminada.