Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2018

Tu bandera es mi bandera pero.

Ya nadie habla del que respeta. Porque lealtad sigue cobrando sentido incluso con tres copas de más. Ya nadie habla del que sabe, y comprende que no es no. Ahora y siempre. Ya nadie habla del enamorado por días, meses, y años. Del que ya no es tormenta y reza a una sola mujer. Ya nadie habla de los anticiclones, hombres que te hacen cometa sin cuerda de agarre y soplan con ganas viéndote majestuosa sobrevolar tus miedos de un impulso. Porque hay hombres que matan, destrozan, y destruyen. Pero hay hombres que aman. Por días, meses, años, y vidas. Que no se nos olvide.

Mi armario y tu vieja foto.

Hay un yo interno que me apuñala por dentro cada vez que pronuncio tu nombre. Le he pedido compasión pero sigue recordándome que la otra noche no supe qué contestar cuando me preguntaron por ti después de tantos años. Silencio. Mirada perdida. Pienso, octubre tiene la culpa de todo. Noviembre solo lo reconoció. Y decidida me pido clemencia. Demasiado tiempo y de más que con el tiempo fuimos nosotros los que quisimos vivir así, en la misma franja horaria pero diferente sintonía. La melodía de una canción de sábado por la mañana retumbando en los oídos de la memoria. Poesía es llevar escribiéndote toda la vida y fingir que querer quiero, pero mejor a otros que a ti. Porque vas y vienes como las estaciones del año. Y no me refiero a ti, me refiero a mí echándote de menos.

El ciclo.

Está ocurriendo. Más allá de los poros de la piel, entre gusanos y tierra húmeda, me muevo con aparente agilidad. He emprendido mi viaje hacia la superficie y dicen que la primera bocanada de aire es la que te devuelve a la vida y la dignidad. Y me imagino a un muerto resucitando, hinchando de nuevo sus pulmones, arrastrando el polvo, construyendo el alma, respirando hondo. Con la diferencia de que yo no estoy muerta, solo me enterraron viva.  He conseguido romper mi ataúd pero me duelen los nudillos de golpear tan fuerte. Ahora escavo con mis propias manos el túnel que, según dicen, me permitirá decir que he resurgido, pero conforme avanzo  la tierra no cesa de caer. Ha comenzado el ciclo. La flor, A pesar de todo, quiere renacer