Mi armario y tu vieja foto.


Hay un yo interno que me apuñala por dentro
cada vez que pronuncio tu nombre.
Le he pedido compasión
pero sigue recordándome
que la otra noche
no supe qué contestar
cuando me preguntaron por ti
después de tantos años.

Silencio.
Mirada perdida.
Pienso,
octubre tiene la culpa de todo.
Noviembre solo lo reconoció.

Y decidida
me pido clemencia.

Demasiado tiempo
y de más
que con el tiempo
fuimos nosotros los que quisimos vivir así,
en la misma franja horaria
pero diferente sintonía.

La melodía
de una canción de sábado por la mañana
retumbando en los oídos de la memoria.

Poesía es llevar escribiéndote toda la vida
y fingir que querer quiero,
pero mejor a otros
que a ti.

Porque vas y vienes como las estaciones del año.
Y no me refiero a ti,
me refiero a mí
echándote de menos.

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