Per Rialto.
Lo
llamaré resaca,
al
dolor que produce en el estomago
y corazón,
volver
a casa siendo uno,
y dormir
en camas separas.
El
tiempo no falla a nuestro favor
así
que nos queremos al tiempo
- Tic
tac -
que
nos marcan los demás.
Y
es que el amor no sirve siempre
como
forma de pago
para
cumplir deseos.
Y
me imagino sin ti.
Y me
preguntas siempre,
¿qué
harías sin mi?
Y
me imagino siendo vacio infinito,
vestida
de sonrisa de aceptación
pero
nunca de volver a ser.
Y
quién querría seguir viviendo así
buscando
tréboles de cuatro hojas
habiendo
tenido la mayor de mis suertes en la cama.
Te
quiero.
Pero
sigo quejándome de que siempre,
- por
error -
dejes
de abrazarme en las noches
que
compartimos cama
y corazón.
Me
besas la nariz.
Me
miras como diciendo que me quieres
pero
sonríes.
Y me
invitas a volver de la mano
a las
calles húmedas y angostas
de
una ciudad que se ahoga por milímetros
en
nostalgia a gotas,
y
tiempos mejores.
Después
de ser uno mismo
cuesta
recomponerse
para
volver a la formalidad,
aburrida,
de
la responsabilidad.
El
aire mece mi pelo,
me
levantó sin esfuerzo.
Hace
ya muchos años
que
alcé el vuelo
y
me siento ligera de pies.
Ojalá.
La
vida nos trate bien
y nunca
me faltes,
ni
falles.
Ojalá
un para siempre que exista
y se
llame rutina.
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